CRONICA DE UN MANZANAZO

"Lo primero que hizo la diva fue cambiar su constante sonrisa por una mueca de seriedad para luego mirar fijamente a la persona que había lanzado la fruta ?sin intención de golpear a la conductora- y señalarla, haciéndole ver que sabía que ella había sido la desafortunada lanzadora". Todo ocurrió ayer al mediodía.
La Vendimia se vivía a pleno en el palco oficial, ubicada en la entrada del teatro Independencia. Desde el comienzo, todas las miradas estaban centradas en el gobernador Celso Jaque y en el vicepresidente Julio Cobos, las figuras excluyentes del palco, junto al gobernador de San Juan, José Luis Gioja. Luego se sumó Graciela Ocaña ?la única funcionaria nacional que acompañó a Cobos- y de a poco fueron llegando otros ministros del gabinete provincial y, por supuesto, los intendentes municipales.
Y los carros que iban pasando, se detenían en el palco y allí entregaban los regalos más costosos, la mayor cantidad de frutas e, incluso, se desarmaron en elogios y reverencias a los mandatarios.
Pero la llegada de la Legrand ?pasadas las 11.20- desató el cholulismo, no sólo de quienes desfilaban y del público en general, sino también de los políticos, quienes se turnaron para codearse con la artista y figura, aunque sea por unos minutos, junto a Mirtha. Todo transcurría con normalidad. Los representantes de las diferentes agrupaciones y carros detenían la marcha ante las autoridades, saludaban sonreían y entregaban sus ofrendas, más opulentas que las que largaban en el resto del recorrido. Y ese énfasis y vorágine porque nadie se quede sin entregar nada a las figuras, motivaron una serie de empujones y corridas, pero el mencionado episodio transcurrió cuando el carro de Las Heras pasaba frente al palco.
Entre tantas cosas que largaban, había manzanas. Y así fueron largando hasta que una fue en dirección a Mirtha, con la desgracia que la tomó por sorpresa, ya que su atención estaba fijada en otro punto. Si bien la fruta no fue lanzada con mucha fuerza ni golpeó violentamente a la diva, dejó secuelas. Lo primero que hizo la diva fue cambiar su constante sonrisa por una mueca de seriedad para luego, mirando fijamente a la persona que había lanzado la fruta ?sin intención de golpear a la conductora- y señalándola, haciéndole ver que sabía que ella había sido la desafortunada lanzadora.
Pero minutos más tarde, Mirtha no aguantó más el dolor y se fue al interior del hotel Hyatt, donde fue asistida de inmediato por una ambulancia del Servicio Coordinado de Emergencia, constatando que era un simple y leve golpe el que había recibido.

Fuente Diario Cronica
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