ESPOSAS DE LA FARANDULA

“Me separé de Suar y esta vez es para siempre”, sostuvo Araceli Gonzalez en declaraciones que reproduce la revista Paparazzi.
"Después de 16 años con Adrián decidimos distanciarnos "
"Ahora somos libres de seguir nuestras vidas"
"Me separé de Adrián . Terminé una vida. Y comienza otra." reproduce la Revista Gente.
Hoy, luego de tantas idas y vueltas que se dieron en los últimos tiempos, muy pocos se animan a decir que siguen juntos. Y menos aún, los que se atreven a pronosticar si este adiós es un hasta luego o un hasta nunca...



Lástima que le llevó tantos años reconocer una dura y casi obvia verdad. Un hombre que ocupa una posición de poder, que dispone de dinero y que está rodeado de mujeres dispuestas a cualquier cosa con tal de avanzar en su carrera , NO PUEDE SERLE FIEL A NADIE.
Y no es mi intención centrarme en Adrián Suar, cualquier otro productor en sus mismas condiciones corre la misma suerte. Marcelo Tinelli, Gerardo Sofovich, Nito Artaza, Miguel Angel Cherutti , Rottenberg, Yankelevich y tantos otros , se encuentran posicionados en la vida como los antiguos Lords medievales. Con mucho poder a disposición en sus pequeños feudos, con dinero para gastar y con la vida de muchas personas en sus manos y es muy difícil ser monógamo y fiel.

Lo mismo sucede y ha sucedido con grandes figuras del espectáculo y del deporte: Alberto Olmedo, Jorge Porcel, Diego Maradona , Nicolás Repetto, Guillermo Francella, Ricardo Darín, La Mona Gimenez , por dar algunos ejemplos. Nadie puede esperar que sean fieles a sus esposas con poder, fama , dinero y mujeres disponibles y dispuestas.
La escritora Joan Collins lo retrata maravillosamente en su libro "Hollywood wives" (Esposas de Hollywood). Y sin embargo las mujeres de estos personajes siguen persiguiendo la fidelidad ... o al menos defendiéndose de los cuernos públicamente.
Las mas grandes - con mucha experiencia a cuestas - se conformarían con que la infidelidad no sea pública.
Hay muchas formas de sobrevivir a la infidelidad del poderoso: centrarse obsesivamente en una carrera propia, caer en el alcohol o las drogas como muletas para seguir adelante, deprimirse o pagar costosas y larguísimas terapias, operarse una y mil veces buscando en convertirse en una mujer mas atractiva, centrar las energías en ser una excelente madre o ser infiel para equilibrar la balanza.
A mí no me convencen con fotos familiares en la playa ( con heladerita incluida), ni con carreras personales brillantes, ni con fotos sexies y atrevidas. Estas mujeres , las esposas de los poderosos de la farandula, saben cómo es la partida que les toca jugar . Y cada una sabe si gana o pierde tiempo , poder y dinero quedandose en ese matrimonio .

Por eso para las Aracelis, las Cecilias, las Paulas no cabe la lástima. Retirarse del juego tiene una pérdida y una ganancia . Y quedarse en el juego , también.
Algunas de ellas tienen tan claro el juego, que se quedan en él con el divorcio firmado y las propiedades aseguradas.
Piedad ? Sólo para los desprotegidos.
Pertenecer tiene sus privilegios.