ENIGMATICO

LA MAL QUERIDA

La periodista tiene un problema: Nadie la quiere. El año pasado fue uno de los pequeños pases del año de una emisora a otra, en medio de un escándalo cuando la conductora del programa para el que trabajaba se fue de boca y amenazó al capo del nuevo canal.

Ella, que sabe cómo caer siempre parada, terminó con un contrato más jugoso y en la pantalla del entonces líder. Cuando culminaron los ciclos en los que aparecía opinando, todos sus compañeros se quedaron sin trabajo menos ella. Claro, la periodista había firmado un contrato mejor.

Este año reclamó un espacio en el noticiero del canal, comentando los estrenos de cine de la semana. Muchos pusieron el grito en el cielo y le recordaron que actualmente trabaja en una señal de cable de la competencia haciendo más o menos lo mismo.

Entonces, la periodista terminó anclando en el ciclo matutino, a pesar de que ya tenían columnista de espectáculos... ¿la consecuencia? Nadie en el piso le habla y ella siente que le están serruchando el piso. Que no lo tome como personal: no es que estén cansados de las operaciones de prensa que le arma a su marido, no es que crean que trabaja en mil lugares y en ninguno bien, sino que una mano negra hizo circular su recibo de sueldo y sus compañeritos descubrieron que la flamante panelista cobra casi lo mismo que los conductores.

¿Y si empieza invitando tragos gratis en su moderno bar? Quizás así se haga de amigos.

El capitán Intriga .

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