LICUADORAS Y TIRAMISU

Algunos pasajes de la crítica de la obra "The family show" con J C Calabró e Iliana Calabró.

"La de los Calabró (Juan Carlos e Iliana) es una de esas obras que no le piden ni un cachito de esfuerzo al espectador, cosa que subrayan los intérpretes, y que garantiza una satisfacción tan inmediata como residual. Más que cómoda, la puesta busca ser complaciente con ese público que llegó a la ciudad por un merecido descanso y ya debe tener suficiente con las colas para comer un plato de fideos. Quizás por eso, de a ratos, la cosa roce deliberadamente la subestimación."
" La idea del espectáculo no se desmarca de la moda de los Bailando y otros gerundios impuestos en televisión por Marcelo Tinelli. Todo lo contrario: explota de alguna manera la cultura oficial con imágenes del exitoso animador, arma una parodia de certamen de canto (con puntajes, jurado) y remata el sketch con la tierna evocación de los dorados días de Iliana."
" Son dos horas invertebradas y algo redundantes con el Teto Medina tirándole paredes al personaje de Aníbal o haciendo de ocasional maestro de ceremonias, los constantes regresos del tenor más divertido del mundo y la buena onda de Marcelo Iripino (coreógrafo de Susana Giménez) alternando funciones con el Teto. Lo de Chachi Telesco es tan ¿sobrio? que apenas sirve para saber que tiene unas magníficas piernas. Y el debut teatral de Geraldine Neumann no desentona: ella también es muy linda."


" El show incluye un inexplicable sorteo de licuadoras y secadores de pelo que dura casi tanto como alguna de las intervenciones de Juan Carlos Calabró. De esa confusión general siempre emerge Iliana que, a la manera de una multifacética Carmen Barbieri, canta, baila, monologa, cuenta lo importante que es trabajar con su papá, se ríe de sí misma y, lo más importante, jamás se amilana. Después de todo, su ductilidad para el desacierto es la poción mágica que la eleva a categoría de personaje.

Ella aprendió que en teatro hay que hacer gestos ampulosos para que la vean también los del pullman y entonces utiliza una salva de ademanes graciosos. Hace apelaciones constantes al público. Pide que la sigan con las palmas y, en definitiva, logra una comunicación extraña y efectiva.

Tal vez su atractivo principal sea un físico con atributos para la fantasía (muy bien acompañado, además, por un vestuario insinuante), pero lo curioso del caso es que a la salida hay hombres que prefieren hablar de lo bien que cocina el tiramisú."
(Gracias Hernan Firpo, crítica)

Lokilla agrega.. Cuando algo ya fue, ya fue. J C Calabró está retirado y debe disfrutar su retiro. Iliana y su molesto personaje ya pasó su cuarto de hora, es momento de reciclarse y pelar algo mas, si es que hay algo mas para mostrar al público. EL Teto es el Teto, no tiene otra cosa que mostrar. La respuesta es NO. Pagar 50 $ para chistes viejos y karaoke familiar, no.
Yo sugiero ahorrar los 50 pesos para comprarse una licuadora o gastarlos en un rico tiramisú en la panadería de tu barrio.